Levítico 9

Aarón inicia su sacerdocio

1 Al octavo día Moisés llamó a Aarón y a sus hijos, y a los ancianos de Israel.

2 Y le dijo a Aarón: «Toma un becerro para el sacrificio por el pecado, y un carnero sin defecto para ofrecerlo en holocausto, y preséntalos ante el Señor.

3 A los israelitas diles que tomen un chivo como sacrificio por el pecado, un becerro y un cordero que sean de un año y que no tengan ningún defecto, para ofrecerlos como holocaustos,

4 y un toro y un carnero para matarlos ante el Señor como sacrificios de reconciliación. Que traigan también una ofrenda de cereales amasada con aceite, porque el Señor se les va a manifestar hoy.»

5 Los israelitas llevaron hasta delante de la tienda del encuentro lo que Moisés había ordenado, y toda la comunidad se acercó y permaneció de pie ante el Señor.

6 Entonces Moisés dijo: «Esto es lo que el Señor ha ordenado. Háganlo, y el Señor se manifestará a ustedes con gran esplendor.»

7 Luego le dijo Moisés a Aarón: «Acércate al altar, y presenta tu sacrificio por el pecado y el animal que vas a ofrecer en holocausto para el perdón de tus pecados y de los pecados de los israelitas. Presenta también la ofrenda de los israelitas para el perdón de sus pecados, tal como el Señor lo ha ordenado.»

8 Aarón se acercó al altar y degolló el becerro que ofrecía por sus pecados.

9 En seguida sus hijos le acercaron la sangre, y Aarón, mojando sus dedos en ella, la untó en los cuernos del altar y derramó la sangre restante al pie del altar.

10 Luego quemó sobre el altar la grasa, los riñones y la parte grasosa del hígado del animal sacrificado por el pecado, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

11 Pero la carne y la piel las quemó fuera del campamento.

12 Aarón degolló también el animal que se ofrecía en holocausto, y sus hijos le llevaron la sangre, y con ella roció Aarón los costados del altar.

13 Luego le llevaron la cabeza y los pedazos cortados del animal que se ofrecía en holocausto, y Aarón los quemó sobre el altar;

14 luego lavó las vísceras y las piernas, y las quemó en el altar, lo mismo que el animal entero.

15 Aarón presentó también la ofrenda por los israelitas. Tomó el chivo, que era el sacrificio por el pecado del pueblo, y lo degolló, ofreciéndolo por el pecado como había hecho con la ofrenda anterior.

16 Al presentar el animal que se ofrece en holocausto, lo hizo según lo establecido.

17 Luego presentó la ofrenda de cereales, de la que tomó un puñado y lo quemó sobre el altar, además de los holocaustos de la mañana.

18 Aarón degolló también el toro y el carnero que los israelitas ofrecían como sacrificio de reconciliación. Sus hijos le entregaron la sangre, y él roció con ella los costados del altar.

19 También le entregaron las grasas del toro y del carnero, la cola, la grasa que cubre las vísceras, los riñones y la parte grasosa del hígado,

20 y pusieron las grasas junto con los pechos. Entonces Aarón quemó las grasas en el altar,

21 pero con los pechos y los muslos derechos sólo celebró ante el Señor el rito de presentación, tal como el Señor se lo había ordenado a Moisés.

22 Aarón levantó sus manos sobre los israelitas y los bendijo, y después de haber presentado el sacrificio por el pecado, el holocausto y el sacrificio de reconciliación, se retiró del altar.

23 Luego Moisés y Aarón entraron en la tienda del encuentro, y al salir bendijeron a los israelitas. Entonces el Señor se manifestó con gran esplendor a todo el pueblo:

24 salió fuego de la presencia del Señor y consumió el animal que iba a ser quemado y las grasas que estaban sobre el altar.

Al ver esto, todos los israelitas lanzaron gritos de alegría y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente.

Levítico 10

El pecado de Nadab y Abihú

1 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su brasero, pusieron lumbre e incienso en ellos y ofrecieron ante el Señor un fuego extraño que él no les había ordenado.

2 Entonces salió fuego de la presencia del Señor y los quemó por completo. Así murieron ante el Señor.

3 Después Moisés le dijo a Aarón:

—Esto es lo que el Señor quería decir cuando dijo:

“A los que se acercan a mí les mostraré mi santidad,

y a todos los israelitas les mostraré mi gloria.”

Y Aarón se quedó callado.

4 Luego Moisés llamó a Misael y a Elsafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo:

—Vengan ustedes a sacar del santuario a sus parientes, y llévenselos fuera del campamento.

5 Ellos se acercaron y en sus propias túnicas se los llevaron fuera del campamento, tal como lo había ordenado Moisés.

Deberes y obligaciones de los sacerdotes

6 Luego Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar:

—No se dejen suelto el pelo ni se rasguen la ropa en señal de luto, no sea que ustedes mueran y que Dios descargue su enojo sobre la comunidad. Lo que sí deben lamentar sus hermanos de raza, todos los israelitas, es que el Señor haya tenido que provocar este incendio.

7 No se alejen tampoco de la entrada de la tienda del encuentro, para que no mueran, pues ustedes han sido consagrados con el aceite del Señor.

Y tal como Moisés lo ordenó, así lo hicieron.

8 Además, el Señor le habló a Aarón y le dijo:

9 «Cuando tú o tus hijos tengan que entrar en la tienda del encuentro, no deberán beber vino ni bebidas fermentadas, no sea que mueran. Es una ley permanente, que pasará de padres a hijos,

10 para que ustedes puedan distinguir entre lo sagrado y lo profano, y entre lo puro y lo impuro,

11 y puedan también instruir a los israelitas en todas las leyes que el Señor les ha dado por medio de Moisés.»

12 Después Moisés les dijo a Aarón y a Eleazar e Itamar, los dos hijos que le quedaban a Aarón:

—Tomen la ofrenda de cereales que ha quedado de las ofrendas quemadas al Señor, y cómanla sin levadura junto al altar, porque es una cosa santísima.

13 Cómanla en un lugar sagrado, porque eso es lo que les ha tocado a ti y a tus hijos de las ofrendas que se queman en honor del Señor. Eso es lo que se me ha ordenado.

14 Y el pecho, que es la ofrenda especial, y el muslo, que es la contribución, los deberán comer en un lugar puro tú, y tus hijos e hijas, porque ésa es la parte que les corresponde de los sacrificios de reconciliación de los israelitas.

15 El muslo, que es la contribución, y el pecho, que es la ofrenda especial, serán llevados ante el Señor y presentados como ofrenda especial, junto con las grasas que se ofrecen para ser quemadas. Esta parte será siempre tuya y de tus hijos, tal como el Señor lo ha ordenado.

16 Entonces Moisés preguntó por el chivo que se sacrifica por el pecado, y se encontró con que ya lo habían quemado. Entonces se enojó con Eleazar e Itamar, los dos hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo:

17 —¿Por qué no comieron el sacrificio por el pecado en un lugar sagrado? Es una cosa santísima, y el Señor se lo dio a ustedes para que ustedes carguen con la culpa de la comunidad y obtengan del Señor el perdón de sus pecados.

18 Puesto que la sangre no fue llevada al interior del santuario, ustedes tenían que haber comido el sacrificio en ese lugar sagrado, tal como yo lo había ordenado.

19 Y Aarón le contestó:

—Mira, hoy han presentado ellos ante el Señor sus sacrificios por el pecado y sus holocaustos, y a mí me han sucedido cosas como estas. Si yo hubiera comido hoy del sacrificio por el pecado, ¿le habría agradado al Señor?

20 Al oír esto, Moisés se dio por satisfecho.

Levítico 11

Animales puros e impuros

1 El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo:

2 «Digan a los israelitas que, de todos los animales que viven en tierra, pueden comer

3 los que sean rumiantes y tengan pezuñas partidas;

4 pero no deben comer los siguientes animales, aunque sean rumiantes o tengan pezuñas partidas:

»El camello, porque es rumiante pero no tiene pezuñas partidas. Deben considerarlo un animal impuro.

5 »El tejón, porque es rumiante pero no tiene pezuñas partidas. Deben considerarlo un animal impuro.

6 »La liebre, porque es rumiante pero no tiene pezuñas partidas. Deben considerarlo un animal impuro.

7 »El cerdo, porque tiene pezuñas, y aunque las tiene partidas en dos, no es rumiante. Deben considerarlo un animal impuro.

8 »No deben comer la carne de estos animales, y ni siquiera tocar su cadáver. Deben considerarlos animales impuros.

9 »De los animales que viven en el agua, ya sean de mar o de río, pueden comer solamente de los que tienen aletas y escamas.

10 Pero a los que no tienen aletas y escamas deben considerarlos animales despreciables, aunque sean de mar o de río, lo mismo los animales pequeños que los grandes.

11 No deben comer su carne; deben considerarlos animales despreciables, y despreciarán también su cadáver.

12 Todo animal de agua que no tenga aletas y escamas, lo deben considerar despreciable.

13 »De las aves no deben comer las siguientes; al contrario, las deben considerar animales despreciables: el águila, el quebrantahuesos, el águila marina,

14 el milano, y toda clase de halcones,

15 toda clase de cuervos,

16 el avestruz, la lechuza, la gaviota, toda clase de gavilanes,

17 el búho, el cormorán, el ibis,

18 el cisne, el pelícano, el buitre,

19 la cigüeña, toda clase de garzas, la abubilla y el murciélago.

20 »A todo insecto que vuele y camine, deben considerarlo despreciable,

21 pero pueden comer de los que, aunque vuelen y caminen, tengan también piernas unidas a sus patas para saltar sobre el suelo.

22 De ellos pueden comer los siguientes: toda clase de langostas, langostones, grillos y saltamontes.

23 Pero a todo otro insecto que vuele y que camine, lo deben considerar despreciable.

24 »En los siguientes casos ustedes quedarán impuros:

»Cualquiera que toque el cadáver de uno de esos animales, quedará impuro hasta el anochecer.

25 »Cualquiera que levante el cadáver de uno de esos animales, deberá lavar su ropa y quedará impuro hasta el anochecer.

26 »A todo animal que, teniendo pezuñas, no las tenga partidas ni sea rumiante, lo deben considerar un animal impuro, y cualquiera que lo toque quedará impuro también.

27 »A cualquier animal de cuatro patas y que para andar se apoye en sus plantas, lo deben considerar un animal impuro; cualquiera que toque el cadáver de uno de ellos, quedará impuro hasta el anochecer.

28 Así mismo, el que levante el cadáver de uno de ellos, deberá lavar su ropa y quedará impuro hasta el anochecer, pues ustedes deben considerar impuros a esos animales.

29 »De los animales que se arrastran sobre la tierra, deben considerar impuros a los siguientes: comadrejas, ratones y toda clase de reptiles,

30 como salamanquesas, cocodrilos, lagartos, lagartijas y camaleones.

31 »Entre los muchos animales que existen, a estos los deberán considerar impuros. Cualquiera que toque el cadáver de uno de estos animales, quedará impuro hasta el anochecer.

32 »También quedará impura cualquier cosa sobre la que caiga el cadáver de uno de esos animales. Ya sea un objeto de madera, un vestido, alguna cosa de piel, un costal, o cualquier instrumento de trabajo, se deberá meter en agua y quedará impuro hasta el anochecer; después de eso quedará puro.

33 »Si el cadáver de cualquiera de esos animales cae en una olla de barro, todo lo que haya dentro de ella quedará impuro y la olla tendrá que romperse.

34 Todo alimento sobre el que caiga agua de esa olla, quedará impuro; y toda bebida que haya en ella, quedará impura.

35 Todo aquello sobre lo que caiga el cadáver de uno de esos animales, quedará impuro; aunque sea un horno o una doble hornilla: deberá ser destruido. Es un objeto impuro, y así deberán ustedes considerarlo.

36 »Sin embargo, el manantial o pozo de donde se toma agua, seguirá siendo puro; pero quien toque los cadáveres de esos animales, quedará impuro.

37 »Si el cadáver de uno de esos animales cae sobre una semilla que se va a sembrar, la semilla seguirá siendo pura;

38 pero si la semilla ha sido mojada y el cadáver de uno de esos animales cae sobre ella, se la deberá considerar impura.

39 »En caso de que muera alguno de los animales que ustedes tenían para comer, el que toque el cadáver quedará impuro hasta el anochecer;

40 el que coma carne del animal muerto, deberá lavar su ropa y quedará impuro hasta el anochecer; y el que saque el cadáver del animal, también deberá lavar su ropa, y quedará impuro hasta el anochecer.

41 »No deben comer ningún reptil que se arrastre sobre la tierra; es animal despreciable.

42 »De todos los animales que se arrastran sobre la tierra, no deben comer ninguno, ya sea que se arrastre sobre el vientre o que ande en cuatro o más patas, pues son animales despreciables.

43 No se hagan despreciables e impuros ustedes mismos con ningún animal que se arrastra,

44 porque yo soy el Señor, su Dios. Ustedes deben purificarse completamente y ser santos, porque yo soy santo. No se hagan impuros con ningún animal que se arrastre por la tierra.

45 Yo soy el Señor, el que los hizo salir de Egipto para ser su Dios. Por lo tanto, ustedes deben ser santos porque yo soy santo.»

46 Éstas son las instrucciones en cuanto a los animales, aves y todo lo que vive y se mueve en el agua, y todos los animales que se arrastran sobre la tierra,

47 para que se pueda distinguir entre lo puro y lo impuro, y entre los animales que se pueden comer y los que no se pueden comer.

Levítico 12

Purificación de la mujer después del parto

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Di a los israelitas lo siguiente: Cuando una mujer quede embarazada y dé a luz un varón, será impura durante siete días, como cuando tiene su período natural.

3 El niño será circuncidado a los ocho días de nacido.

4 La madre, sin embargo, continuará purificándose de su sangre treinta y tres días más. No podrá tocar ninguna cosa consagrada ni entrar en el santuario, mientras no se cumpla el término de su purificación.

5 Pero si da a luz una niña, será impura durante dos semanas, como en el caso de su período natural, y seguirá purificándose de su sangre sesenta y seis días más.

6 »Cuando se cumpla el término de la purificación, ya sea de niño o de niña, la madre deberá llevar a la entrada de la tienda del encuentro un cordero de un año para ofrecerlo en holocausto, y un pichón de paloma o una tórtola como sacrificio por el pecado. Se los entregará al sacerdote,

7 y el sacerdote los ofrecerá ante el Señor para pedir el perdón de ella; así ella quedará purificada de su flujo de sangre.»

Éstas son las instrucciones en cuanto a los nacimientos de niños o de niñas.

8 Y si la madre no tiene lo suficiente para un cordero, podrá tomar dos tórtolas o dos pichones de paloma, uno para ofrecerlo en holocausto y otro como sacrificio por el pecado; entonces el sacerdote pedirá el perdón de ella, y ella quedará purificada.

Levítico 13

Instrucciones acerca de la lepra

1 El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo:

2 «Cuando alguien tenga hinchazones, erupciones o manchas en la piel del cuerpo, o llagas que parezcan de lepra, deberá ser llevado al sacerdote Aarón o a uno de los sacerdotes descendientes de él.

3 El sacerdote deberá examinar la llaga en la piel, y si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco y la llaga se ve más hundida que la piel, seguramente es llaga de lepra. Luego que el sacerdote haya examinado a esa persona, la declarará impura.

4 »Si la mancha de la piel es blanca, pero no se ve más hundida que la piel, ni el pelo se ha vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al enfermo durante siete días.

5 A los siete días lo volverá a examinar, y si la llaga sigue igual y no se ha extendido por la piel, volverá a encerrarlo otros siete días.

6 A los siete días lo examinará de nuevo, y si la llaga va desapareciendo y no se ha extendido por la piel, entonces el sacerdote declarará puro al enfermo, pues era sólo una irritación de la piel. Entonces el enfermo lavará su ropa y quedará puro.

7 »Pero si la irritación sigue extendiéndose por la piel después de que el enfermo fue examinado y declarado puro por el sacerdote, tendrá que ir otra vez a que el sacerdote lo examine.

8 Si al examinar el sacerdote al enfermo, ve que la irritación se ha extendido por toda la piel, entonces lo declarará impuro, pues está enfermo de lepra.

9 »Cuando una persona tenga llagas de lepra, deberá ser llevada al sacerdote.

10 El sacerdote la examinará, y si la hinchazón de la piel es blanca y ha causado que el pelo se vuelva blanco, y si se ve la carne viva en la hinchazón,

11 es que se trata de lepra crónica de la piel. El sacerdote deberá declarar impura a esa persona, y no será necesario que la encierre, porque ya es impura.

12 »Si la lepra se desarrolla rápidamente, al grado de cubrir de pies a cabeza la piel del enfermo hasta donde el sacerdote pueda ver,

13 el sacerdote lo examinará; y si la lepra ha cubierto todo su cuerpo, el sacerdote lo declarará puro, pues la lepra se ha vuelto blanca y él ha quedado puro.

14 Pero el día que aparezca en él la carne viva, quedará impuro.

15 Entonces el sacerdote examinará la carne viva y lo declarará impuro, pues la carne viva es impura: es lepra.

16 »En caso de que la carne viva vuelva a ponerse blanca, el enfermo deberá ir al sacerdote

17 para que lo examine, y si el sacerdote ve que la llaga se ha vuelto blanca, declarará puro al enfermo, pues ya ha quedado puro.

18 »Cuando alguien tenga una llaga en la piel, y llegue a sanar,

19 y quede en su lugar una hinchazón blanca, o una mancha blanco-rojiza, deberá presentarse ante el sacerdote.

20 Si el sacerdote ve que la parte afectada aparece más hundida que el resto de la piel, y que el pelo se ha vuelto blanco, entonces declarará impura a esa persona, pues lo que tiene es una llaga de lepra.

21 Si ve que la parte afectada no tiene ningún pelo blanco ni está más hundida que el resto de la piel, sino que va desapareciendo, entonces encerrará a esa persona durante siete días.

22 Y si el mal sigue extendiéndose por la piel, entonces el sacerdote declarará impura a esa persona, pues tiene llagas leprosas.

23 Pero si la parte afectada se mantiene sin extenderse, entonces es solamente la cicatriz de la llaga, y el sacerdote lo declarará puro.

24 »Cuando alguien tenga una quemadura en la piel, y en la carne viva de la quemadura haya una mancha blanco-rojiza o blanca,

25 el sacerdote la examinará. Si el pelo en la mancha se ha puesto blanco, y la mancha aparece más hundida que el resto de la piel, entonces es lepra lo que brotó en la quemadura; así que el sacerdote lo declarará impuro por tener llaga de lepra.

26 Si al examinar el sacerdote la mancha, ve que no hay en ella ningún pelo blanco ni aparece más hundida que la piel, sino que va desapareciendo, entonces encerrará a esa persona durante siete días.

27 A los siete días el sacerdote la examinará, y si la mancha se ha extendido por la piel, entonces declarará impura a esa persona, pues tiene llaga de lepra.

28 Pero si la mancha se mantiene sin extenderse por la piel y va desapareciendo, entonces no es más que la hinchazón de la quemadura, así que el sacerdote declarará puro al enfermo, porque sólo se trata de la cicatriz de la quemadura.

29 »Cuando un hombre o una mujer tenga una llaga en la cabeza o en la barba,

30 el sacerdote examinará la llaga. Si la llaga aparece más hundida que la piel y tiene pelo amarillento y escaso, entonces el sacerdote declarará impura a esa persona, pues tiene tiña, es decir, lepra de la cabeza y de la barba.

31 Y si al examinar el sacerdote la llaga tiñosa ve que no está más hundida que la piel ni tiene pelo negro, entonces encerrará a esa persona durante siete días.

32 Al séptimo día el sacerdote examinará la llaga, y si la tiña no se ha extendido, ni aparece más hundida que la piel, ni tiene pelo amarillento,

33 entonces ordenará el sacerdote que la persona enferma se afeite, excepto en la llaga tiñosa, y lo encerrará por siete días más.

34 Pasados los siete días el sacerdote volverá a examinar la llaga, y si la tiña no se ha extendido ni aparece más hundida que la piel, entonces el sacerdote declarará pura a la persona enferma, la cual lavará sus ropas y quedará pura.

35 Pero en caso de que la tiña siga extendiéndose por la piel después de haber sido declarada pura,

36 el sacerdote deberá examinar otra vez a la persona enferma; si la tiña se ha extendido por la piel, no hará falta que busque el pelo amarillo: esa persona es impura.

37 Pero si a él le parece que la tiña se ha detenido, y que ha salido pelo negro, es que la tiña ha sanado y la persona es pura. Entonces el sacerdote declarará pura a esa persona.

38 »Cuando un hombre o una mujer tenga manchas blancas en la piel,

39 el sacerdote examinará la piel, y si ve en ella manchas blancuzcas y opacas, es que le ha salido una simple erupción en la piel; en ese caso la persona es pura.

40 »Si a un hombre se le cae el cabello y se queda calvo, es puro.

41 Si el cabello de la frente se le cae y la frente se le queda calva, también es puro.

42 Pero si aparece una llaga de color blanco-rojizo en las partes calvas, ya sea de atrás o de la frente, es que allí le está brotando lepra.

43 Entonces el sacerdote lo examinará, y si la hinchazón de la llaga en las partes calvas es de color blanco-rojizo, tal como se ve la lepra en la piel del cuerpo,

44 ese hombre está enfermo de lepra, pues tiene la cabeza llagada. Es un hombre impuro, y así lo declarará el sacerdote.

45 »El que tenga llagas de lepra, deberá llevar rasgada la ropa y descubierta la cabeza, y con la cara semicubierta gritará: “¡Impuro!, ¡Impuro!”

46 Y mientras tenga las llagas será considerado hombre impuro; tendrá que vivir solo y fuera del campamento.

47 »Cuando aparezca una mancha en un vestido de lana o de lino,

48 o en un tejido de lino o de lana, o en un cuero, o en cualquier objeto hecho de cuero,

49 y si la mancha en esos objetos es verdosa o rojiza, la mancha es de lepra y debe ser mostrada al sacerdote.

50 El sacerdote examinará la mancha, y encerrará durante siete días el objeto manchado.

51 Al séptimo día examinará la mancha; si se ha extendido en el vestido o tejido, o en el cuero u objeto de cuero, la mancha es de lepra maligna y los objetos son impuros.

52 Así que cualquier objeto que tenga esa mancha, deberá ser quemado por completo, pues se trata de lepra maligna;

53 pero si el sacerdote la examina y se encuentra con que la mancha no se ha extendido,

54 dará órdenes de que se lave la mancha y que se encierre el objeto por siete días más.

55 »Después que la mancha haya sido lavada, el sacerdote la examinará. Si ve que la mancha no ha desaparecido, es mancha impura y el objeto debe ser quemado, aun cuando la mancha no se haya extendido, pues se trata de una corrosión, tanto si está por dentro como por fuera.

56 Si al examinar la mancha el sacerdote nota que se ha desvanecido después de lavada, la arrancará del vestido, cuero o tejido.

57 Pero si vuelve a aparecer y se extiende por aquel vestido, tejido u objeto de cuero, se quemará el objeto manchado.

58 En cuanto al vestido, tejido u objeto de cuero, del cual la mancha desaparezca al ser lavada, se lavará una vez más y entonces quedará purificado.»

59 Éstas son las instrucciones acerca de las manchas de lepra en vestidos de lana o de lino, o en tejidos u objetos de cuero, para que se les pueda declarar puros o impuros.

Levítico 14

Instrucciones para la purificación de leprosos

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Éstas son las instrucciones para la purificación de un enfermo de lepra: El enfermo será llevado ante el sacerdote,

3 el cual saldrá fuera del campamento para examinarlo. Si el sacerdote ve que la llaga leprosa del enfermo ha sanado,

4 mandará traer para el que se purifica dos pajarillos vivos y que sean puros, madera de cedro, tela roja e hisopo.

5 Ordenará que se mate uno de los pajarillos sobre una olla de barro que tenga agua de manantial,

6 y tomará el pajarillo vivo, la madera de cedro, la tela roja y el hisopo, y mojará estas cosas y el pajarillo vivo con la sangre del pajarillo muerto sobre el agua de manantial.

7 Luego rociará siete veces con la sangre al que va a ser purificado de la lepra, y lo declarará puro. Al pajarillo vivo lo dejará en libertad.

8 »El que se purifica debe lavar su ropa, y lavarse a sí mismo, y afeitarse del todo, para quedar purificado. Después podrá entrar en el campamento, aunque durante siete días se quedará viviendo al aire libre.

9 Al séptimo día se rapará completamente la cabeza, se afeitará la barba, las cejas y todo el vello, lavará sus ropas y se lavará a sí mismo, y entonces quedará purificado.

10 Al octavo día tomará dos corderos sin defecto, y una cordera de un año y sin defecto; además, seis kilos y medio de la mejor harina para una ofrenda de cereal amasada con aceite, y la tercera parte de un litro de aceite.

11 El sacerdote que va a realizar la purificación, colocará a la persona que va a ser purificada, y a sus cosas, a la entrada de la tienda del encuentro, ante la presencia del Señor;

12 luego tomará uno de los corderos y lo ofrecerá junto con la tercera parte de un litro de aceite, como sacrificio por la culpa, celebrando el rito de presentación ante el Señor.

13 Deberá matar el cordero en el lugar consagrado al degüello de los animales para los sacrificios por el pecado y los holocaustos. El sacrificio por la culpa será para el sacerdote, lo mismo que el sacrificio por el pecado, pues es una cosa santísima.

14 »Después tomará el sacerdote un poco de sangre del sacrificio por la culpa, y se la untará al que se purifica, en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho.

15 Tomará luego un poco de aceite y se lo echará en la palma de la mano izquierda;

16 mojará entonces su dedo derecho en el aceite que tiene en la mano, y con el mismo dedo rociará siete veces aceite ante el Señor.

17 Del aceite que le quede en la mano tomará el sacerdote un poco, para untárselo al que se purifica, en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, sobre la sangre del sacrificio por la culpa,

18 y el resto del aceite se lo untará en la cabeza al que se purifica. Así el sacerdote obtendrá del Señor el perdón por el pecado de esa persona.

19 Luego presentará el sacerdote el sacrificio por el pecado, realizando así la purificación del que se encuentra impuro; después sacrificará al animal que se va a ofrecer en holocausto,

20 ofreciéndolo sobre el altar, junto con la ofrenda de cereales. De esta manera el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado de esa persona, y así quedará purificada.

21 »Si la persona enferma es pobre y no tiene para tanto, tomará un cordero como sacrificio por la culpa y lo presentará como ofrenda especial para obtener el perdón de sus pecados, con un poco más de dos kilos de la mejor harina amasada con aceite, como ofrenda de cereales, y la tercera parte de un litro de aceite

22 y dos tórtolas, o dos pichones de paloma, según sus posibilidades, uno como sacrificio por el pecado y el otro como holocausto.

23 Al octavo día llevará todo esto al sacerdote, para su purificación; lo entregará en presencia del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro.

24 El sacerdote tomará el cordero del sacrificio por la culpa y la tercera parte de un litro de aceite, y los presentará ante el Señor como ofrenda especial;

25 degollará el cordero del sacrificio por la culpa y, tomando un poco de la sangre del cordero, se la untará al que se purifica, en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho;

26 luego se echará un poco de aceite en la palma de la mano izquierda,

27 y con el dedo derecho rociará siete veces ante el Señor parte del aceite que tiene en la mano.

28 También le untará al que se purifica un poco de aceite en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho, es decir, en el mismo lugar en que le puso la sangre del sacrificio por la culpa.

29 El resto del aceite lo untará el sacerdote en la cabeza del que se purifica, para que éste obtenga así del Señor el perdón de su pecado.

30 Luego ofrecerá el sacerdote una de las tórtolas o uno de los pichones de paloma, según lo que haya podido ofrecer el que se purifica.

31 Una de las aves será como sacrificio por el pecado, y la otra como holocausto, además de la ofrenda de cereales. Así el sacerdote obtendrá del Señor el perdón para el que se purifica.»

32 Éstas son las instrucciones para los enfermos con llagas de lepra, que no puedan dar una ofrenda mayor por su purificación.

Instrucciones para la purificación de casas con manchas de lepra

33 El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo:

34 «Cuando ustedes estén ya en la tierra de Canaán, la cual les entrego en propiedad, y yo envíe una plaga de lepra sobre alguna casa de su país,

35 el dueño de la casa irá a ver al sacerdote, y le dirá: “Me parece que hay una plaga en mi casa.”

36 »El sacerdote, antes de entrar en la casa, ordenará que la desocupen, para que no se vuelva impuro todo lo que hay en ella. Después entrará a examinar la plaga.

37 »Si al examinar la plaga nota el sacerdote que las paredes de la casa presentan manchas profundas de color verdoso o rojizo, las cuales se hunden en la pared,

38 saldrá de la casa y ordenará mantenerla cerrada durante siete días.

39 Al séptimo día volverá el sacerdote a examinarla, y si la plaga se ha extendido por las paredes de la casa,

40 dará órdenes de que se quiten las piedras que tengan esa mancha y se arrojen en un lugar impuro fuera de la ciudad;

41 dará órdenes también de que se raspe todo el interior de la casa, y de que el polvo raspado se arroje a un lugar impuro fuera de la ciudad.

42 Se tomarán entonces otras piedras para reponer las que fueron quitadas, y barro nuevo para recubrir la casa.

43 »Si la plaga vuelve a aparecer en la casa después de haberse quitado las piedras, raspado la pared y haberla recubierto de nuevo,

44 el sacerdote entrará a examinarla. Si la plaga se ha extendido por la casa, se trata de lepra maligna y la casa es impura.

45 Por lo tanto, la casa deberá ser derribada y todos sus escombros arrojados a un lugar impuro fuera de la ciudad.

46 Cualquiera que entre en la casa durante el tiempo en que el sacerdote haya ordenado mantenerla cerrada, será considerado impuro hasta el anochecer.

47 Cualquiera que coma o duerma en la casa, deberá lavar su ropa para purificarla.

48 »Si al entrar el sacerdote a examinar la casa, nota que la plaga no se ha extendido después de haber sido recubierta, la declarará casa pura, porque la plaga ha terminado.

49 Para purificar la casa, tomará dos pajarillos, madera de cedro, tela roja e hisopo.

50 Matará uno de los pajarillos sobre una olla de barro con agua de manantial.

51 Luego tomará el cedro, el hisopo, la tela roja y el pajarillo vivo, y los mojará con la sangre del pajarillo muerto y con el agua de manantial, y rociará la casa siete veces.

52 Así purificará la casa con la sangre del pajarillo y el agua de manantial, y con el pajarillo vivo, el cedro, el hisopo y la tela roja.

53 Después dejará en libertad al pajarillo vivo en las afueras de la ciudad, y así cumplirá con lo requerido para la purificación de la casa.»

54 Éstas son las instrucciones acerca de cualquier plaga de lepra y de tiña,

55 de lepra en la ropa y en las casas,

56 de hinchazones, erupciones y manchas,

57 para que se pueda distinguir entre lo puro y lo impuro. Hasta aquí las instrucciones acerca de la lepra.

Levítico 15

Instrucciones sobre algunas impurezas en el hombre

1 El Señor se dirigió a Moisés y Aarón, y les dijo:

2 «Digan a los israelitas lo siguiente: Cuando un hombre sufra de flujo de su miembro, este flujo será impuro.

3 La impureza del hombre debida al flujo existirá tanto si su miembro deja correr el semen como si queda obstruido a causa del mismo. De todos modos es impuro.

4 »Cualquier lugar en que ese hombre se acueste y donde su flujo se derrame, será considerado impuro.

»Cualquier objeto en el que se siente, será considerado impuro.

5 »Cualquiera que toque el lugar en que ese hombre se acostó, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

6 »Cualquiera que se siente en el objeto en que ese hombre se haya sentado, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

7 »Cualquiera que toque al que sufre de flujo, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

8 »Si el que sufre de flujo escupe sobre una persona pura, esa persona deberá lavarse la ropa y lavarse a sí misma con agua, y será considerada impura hasta el anochecer.

9 »Cualquier silla de montar que use el que sufre de flujo será considerada impura.

10 »Cualquiera que toque algo sobre lo cual se haya sentado el que sufre de flujo será considerado impuro hasta el anochecer.

»Cualquiera que lleve alguna de esas cosas, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

11 »Cualquiera a quien toque el que sufre de flujo, sin haberse lavado las manos, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

12 »La olla de barro que toque el que sufre de flujo deberá romperse; los objetos de madera deberán lavarse.

13 »Si ese hombre sana de su flujo, deberá contar siete días para su purificación; se lavará la ropa y se lavará a sí mismo en agua de manantial, y entonces quedará purificado.

14 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, e irá a la entrada de la tienda del encuentro para entregárselos al sacerdote en presencia del Señor.

15 El sacerdote ofrecerá uno como sacrificio por el pecado y otro como holocausto, y así realizará ante el Señor la purificación del hombre que sufre de flujo.

16 »Cuando un hombre tenga un derrame de semen, se lavará con agua todo el cuerpo y será considerado impuro hasta el anochecer.

17 »Cualquier ropa o cuero en que caiga parte del semen, deberá lavarse con agua y quedará impuro hasta el anochecer.

18 »Si un hombre y una mujer tienen relaciones sexuales, los dos deberán lavarse con agua y quedarán impuros hasta el anochecer.

Instrucciones sobre algunas impurezas en la mujer

19 »Cuando una mujer tenga su período normal de menstruación, será considerada impura durante siete días.

»Cualquiera que la toque, será considerado impuro hasta el anochecer.

20 »Cualquier cosa en la que ella se acueste durante su período de menstruación, será considerada impura.

»Cualquier cosa en la que se siente, será considerada impura.

21 »Cualquiera que toque el lugar donde ella se haya acostado, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

22 »Cualquiera que toque algún objeto en el que ella se haya sentado, deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

23 Ya sea que toque el lugar en el que ella se haya acostado o sentado, será considerado impuro hasta el anochecer.

24 »Si algún hombre se acuesta con ella, comparte su impureza, y será considerado impuro durante siete días, lo mismo que el lugar donde él se acueste.

25 »En caso de que una mujer tenga flujo de sangre fuera de su período normal de menstruación, y que el flujo le dure muchos días, o en caso de que su menstruación le dure más de lo normal, será considerada impura mientras le dure el flujo, como si estuviera en su período de menstruación.

26 »Cualquier lugar en que ella duerma, y cualquier objeto en que se siente mientras le dura el flujo, será considerado impuro, como si estuviera ella en su período de menstruación.

27 »Cualquiera que toque estas cosas, será considerado impuro. Deberá lavarse la ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer.

28 »Cuando el flujo se detenga, podrá contar siete días, y después quedará purificada.

29 Al octavo día tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, y se los llevará al sacerdote, a la entrada de la tienda del encuentro.

30 El sacerdote ofrecerá uno de ellos como sacrificio por el pecado, y otro como holocausto. Así realizará el sacerdote ante el Señor la purificación de esa mujer por el flujo que tuvo,

31 y de esa manera alejarán ustedes a los israelitas de sus impurezas, para que no mueran por manchar con ellas el lugar donde yo habito entre ellos.»

32 Éstas son las instrucciones acerca de los que sufren de flujo y los que tienen derrames de semen, quedando impuros por esa razón;

33 y acerca de las mujeres que están en su menstruación, en una palabra, todo el que sufre de derrames, sea hombre o mujer, y de los hombres que se acuesten con una mujer durante su menstruación.

Levítico 16

El Día del perdón

1 El Señor habló con Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón que murieron por haberse acercado demasiado a la presencia del Señor.

2 Y dijo el Señor a Moisés:

«Dile a tu hermano Aarón que no entre a cualquier hora en el santuario que está tras el velo, ni ante la tapa que está sobre el arca, para que no muera; porque yo me manifestaré en una nube sobre la tapa.

3 Aarón debe entrar en el santuario con un becerro como sacrificio por el pecado y con un carnero para ofrecerlo en holocausto.

4 Debe ir vestido con la túnica de lino consagrada, cubierto su cuerpo con calzoncillos de lino, y llevar puestos el cinturón y el turbante de lino. Ésta es ropa consagrada, así que, antes de ponérsela, él debe lavarse con agua.

5 »De parte de la comunidad israelita tomará Aarón dos chivos como sacrificio por el pecado, y un carnero para ofrecerlo en holocausto.

6 Ofrecerá entonces el becerro como su propio sacrificio por el pecado, para obtener el perdón de sus propios pecados y de los de su familia.

7 Después tomará los dos chivos y los ofrecerá ante el Señor, a la entrada de la tienda del encuentro;

8 luego echará suertes sobre los dos chivos: una suerte será por el Señor, y la otra por Azazel.

9 El chivo sobre el que recaiga la suerte por el Señor, lo ofrecerá Aarón como sacrificio por el pecado;

10 pero el chivo sobre el que recaiga la suerte de Azazel, lo presentará vivo ante el Señor para obtener el perdón de los pecados, y después lo echará al desierto, donde está Azazel.

11 »Aarón ofrecerá el becerro como su propio sacrificio por el pecado, para obtener el perdón de sus propios pecados y de los de su familia.

12 Luego tomará un incensario lleno de brasas tomadas del altar que está ante el Señor, y dos puñados de incienso aromático molido, y los llevará detrás del velo;

13 echará el incienso sobre el fuego en presencia del Señor, y el humo del incienso cubrirá la tapa que está sobre el arca de la alianza. De esa manera Aarón no morirá.

14 Tomará también un poco de sangre del becerro, y con su dedo la rociará sobre la tapa, por el lado oriental. Luego rociará sangre con su dedo siete veces, por la parte delantera de la tapa,

15 y después de eso matará al chivo como sacrificio por el pecado del pueblo y llevará la sangre a la parte que está tras el velo; allí adentro la rociará encima y delante de la tapa, tal como lo hizo con la sangre del becerro.

16 De esa manera limpiará el santuario de todas las impurezas, rebeliones y pecados de los israelitas. Lo mismo debe hacer con la tienda del encuentro, la cual está en medio de ellos y de sus impurezas.

17 »Mientras Aarón esté dentro del santuario para obtener el perdón de los pecados, y hasta que él salga, nadie deberá estar en la tienda del encuentro. Una vez que haya obtenido el perdón de los pecados de él y de su familia, y de toda la comunidad israelita,

18 saldrá para ir a purificar el altar que está delante del Señor. Tomará un poco de la sangre del becerro y del chivo, y la untará sobre los cuernos y alrededor del altar,

19 y con el dedo rociará sangre sobre el altar siete veces. Así lo purificará de las impurezas de los israelitas, y lo consagrará.

20 »Cuando Aarón haya terminado de purificar el santuario, la tienda del encuentro y el altar, mandará traer el chivo que aún esté vivo

21 y, poniendo sus manos sobre la cabeza del animal, confesará sobre él todas las maldades, rebeliones y pecados de los israelitas. De esta manera pondrá los pecados sobre la cabeza del chivo, y una persona se encargará de llevarlo y soltarlo en el desierto.

22 Así, al perderse el chivo en el desierto, se llevará todas las maldades de ellos a tierras deshabitadas.

23 Luego entrará Aarón en la tienda del encuentro y se quitará la ropa de lino que se puso para entrar en el santuario, y la dejará allí.

24 Allí mismo en el santuario se lavará con agua y, después de vestirse, saldrá para presentar su propio holocausto y el que debe ofrecer por el pueblo, y así obtendrá el perdón por sus pecados y los del pueblo.

25 La grasa del sacrificio por el pecado la quemará en el altar;

26 y el que haya llevado el chivo para soltarlo a Azazel, se lavará la ropa y se lavará a sí mismo con agua, y después podrá entrar en el campamento.

27 »El becerro y el chivo que fueron sacrificados por el pecado, y cuya sangre fue llevada al santuario para obtener el perdón de los pecados, serán llevados fuera del campamento, y su piel, carne y desechos serán quemados.

28 La persona que los queme deberá lavarse la ropa y lavarse a sí misma con agua, y después podrá entrar en el campamento.

29 »Ésta será una ley permanente para ustedes: el día diez del mes séptimo deberán ustedes dedicarlo al ayuno y suspender todas sus labores, lo mismo los israelitas que los extranjeros que vivan entre ustedes,

30 pues en ese día se obtendrá el perdón de los pecados de ustedes delante del Señor, y quedarán limpios de todos ellos.

31 Es una ley permanente: ese día será para ustedes un día especial de reposo y dedicado al ayuno.

32 El sacerdote que haya sido escogido y a quien se le haya dado plena autoridad para ocupar el lugar de su padre como sacerdote, celebrará el rito para obtener el perdón de los pecados; se vestirá con la ropa de lino consagrada

33 y hará la purificación del Lugar santísimo, y de la tienda del encuentro, y del altar, y obtendrá el perdón de los pecados de los sacerdotes y de toda la comunidad.

34 »Ésta será una ley permanente para ustedes: una vez al año se celebrará el rito para obtener el perdón de los pecados que hayan cometido los israelitas.»

Y se hizo tal como el Señor se lo ordenó a Moisés.

Levítico 17

El santuario único

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Diles a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas, que el Señor ha dado las siguientes órdenes:

3 »Cualquier israelita que mate un toro, un cordero o una cabra, dentro o fuera del campamento,

4 y que no lo traiga a la entrada de la tienda del encuentro para presentarlo como ofrenda al Señor ante su santuario, será culpable de derramamiento de sangre y, por lo tanto, será eliminado de entre su gente.

5 Esto es para que los israelitas ofrezcan al Señor los animales que maten al aire libre, y los lleven al sacerdote a la entrada de la tienda del encuentro, para que él los ofrezca por ellos como sacrificio de reconciliación.

6 El sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor.

7 Y nunca más volverán a presentar sus sacrificios a esos demonios, a los que han adorado y por los que se han corrompido. Ésta será una ley permanente para ustedes, que pasará de padres a hijos.

8 »Diles también que cualquier israelita o extranjero que viva entre ustedes y presente un holocausto o cualquier otro sacrificio,

9 y que no lo lleve a la entrada de la tienda del encuentro para ofrecérselo al Señor, será eliminado de entre su pueblo.

Prohibición de comer sangre

10 »Yo estaré en contra de todo israelita o extranjero que viva entre ustedes y que coma sangre, en la forma que sea. Yo lo eliminaré de entre su pueblo.

11 Porque todo ser vive por la sangre que está en él, y yo se la he dado a ustedes en el altar para que por medio de ella puedan ustedes pagar el rescate por su vida, pues es la sangre la que paga el rescate por la vida.

12 »Por lo tanto, digo a los israelitas: Ninguno de ustedes, ni de los extranjeros que viven entre ustedes, debe comer sangre.

13 Cualquier israelita o extranjero que viva entre ustedes y que cace un animal o un ave de los que se pueden comer, deberá derramar la sangre de la presa y cubrirla con tierra,

14 porque la sangre es la vida de todo ser viviente. Por eso les he dicho que no coman sangre, porque ella es la vida de todo ser viviente, y cualquiera que la coma será eliminado.

15 »Cualquier israelita o extranjero que coma carne de algún animal muerto o despedazado por una fiera, deberá lavar su ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer. Después quedará purificado.

16 Pero si no lava su ropa ni se lava a sí mismo, cargará con su maldad.»

Levítico 18

Relaciones sexuales prohibidas

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Di a los israelitas lo siguiente:

»Yo soy el Señor su Dios.

3 »No sigan las costumbres de Egipto, país en el cual vivieron.

»No sigan las costumbres de Canaán, país al cual voy a llevarlos, ni vivan conforme a sus leyes.

4 »Cumplan mis decretos; pongan en práctica mis leyes; vivan conforme a ellos. Yo soy el Señor su Dios.

5 »Pongan en práctica mis leyes y decretos. El hombre que los cumpla, vivirá. Yo soy el Señor.

6 »Ningún hombre debe acercarse a una mujer de su propia familia para tener relaciones sexuales con ella. Yo soy el Señor.

7 »No deshonres a tu padre teniendo relaciones sexuales con tu madre; además, ella es tu madre y no debes hacerlo.

8 »No deshonres a tu padre teniendo relaciones sexuales con su mujer.

9 »No tengas relaciones sexuales con tu hermana. Ya sea tu hermana por parte de padre o por parte de madre; ya sea que haya nacido en la casa o fuera de ella, no debes tener relaciones sexuales con ella.

10 »No te deshonres a ti mismo teniendo relaciones sexuales con tu nieta, sea por parte de tu hijo o de tu hija. No debes tener relaciones con ella.

11 »No tengas relaciones con la hija de la mujer de tu padre. Ha sido engendrada por tu padre, y es tu hermana. No debes tener relaciones con ella.

12 »No tengas relaciones sexuales con la hermana de tu padre; es de la misma sangre que tu padre.

13 »No tengas relaciones sexuales con la hermana de tu madre; es de la misma sangre que tu madre.

14 »No deshonres a tu tío teniendo relaciones sexuales con su mujer, pues es tu tía.

15 »No tengas relaciones sexuales con tu nuera, pues es la mujer de tu hijo; no debes tener relaciones sexuales con ella.

16 »No deshonres a tu hermano teniendo relaciones sexuales con su mujer.

17 »No tengas relaciones sexuales con una mujer y con la hija de esa mujer, ni tomes a su nieta, ya sea por parte de su hijo o de su hija, para tener también relaciones sexuales con ella. Esa es una conducta depravada, pues son de la misma sangre.

18 »No tomes como mujer a la hermana de tu esposa, ni tengas relaciones sexuales con ella mientras tu esposa viva, para no crear enemistad entre ellas.

19 »No tengas relaciones sexuales con una mujer en su período de menstruación.

20 »No te acuestes con la mujer de tu prójimo ni tengas relaciones sexuales con ella, para que no te hagas impuro por esa causa.

21 »No entregues a ninguno de tus hijos como ofrenda al dios Moloc. No ofendas así el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor.

22 »No te acuestes con un hombre como si te acostaras con una mujer. Ése es un acto infame.

23 »No te entregues a actos sexuales con ningún animal, para que no te hagas impuro por esa causa. Tampoco la mujer debe entregarse a actos sexuales con un animal. Eso es una infamia.

24 »No se hagan impuros con ninguna de estas cosas. Con ellas se han hecho impuros los pueblos que yo voy a arrojar de la presencia de ustedes,

25 y también su país quedó impuro; pero yo les pedí cuentas de su maldad y el país arrojó de sí a sus habitantes.

26 Pero ustedes los israelitas, y los extranjeros que viven entre ustedes, pongan en práctica mis leyes y mis decretos, y no cometan ninguno de estos actos infames,

27 pues todas estas infamias las cometieron los que habitaron el país antes que ustedes, y la tierra quedó impura.

28 ¡Que no los arroje de sí el país por hacerlo impuro, tal como arrojó a la gente que lo habitó antes que ustedes!

29 El que cometa cualquiera de estas infamias, será eliminado de entre su pueblo.

30 Por lo tanto, pongan en práctica mi precepto y no caigan en las prácticas infames cometidas antes de ustedes, ni se hagan impuros con ellas. Yo soy el Señor su Dios.»