Números 35

Herencia de los levitas

1 El Señor se dirigió a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, y le dijo:

2 «Ordena a los israelitas que, del territorio que les corresponde, den a los levitas ciudades para que vivan, y que les den también los campos de pastoreo que rodean las ciudades.

3 Los levitas vivirán en esas ciudades, y en los campos tendrán su ganado y demás animales.

4 Los campos de pastoreo que deben darles se extenderán alrededor de la ciudad, cuatrocientos cincuenta metros hacia afuera de la muralla.

5 Todo el terreno formará un cuadrado de novecientos metros por lado, es decir, que medirá lo mismo por el este y por el oeste, por el norte y por el sur. La ciudad quedará en medio, con los campos de pastoreo alrededor.

6 »De las ciudades que les den a los levitas, seis serán ciudades de refugio, donde pueda buscar protección la persona que haya matado a alguien. Aparte de estas seis ciudades, les darán ustedes otras cuarenta y dos;

7 en total, deben dar a los levitas cuarenta y ocho ciudades con sus campos de pastoreo.

8 Cuando del territorio propio de los israelitas den las ciudades para los levitas, cada tribu deberá dar en proporción a lo que le haya tocado: de los territorios más grandes se tomarán más ciudades, y de los más pequeños, menos ciudades.»

Ciudades de refugio

9 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

10 «Di a los israelitas lo siguiente: Cuando ustedes crucen el río Jordán para entrar en Canaán,

11 deberán escoger algunas ciudades como ciudades de refugio, donde pueda buscar refugio la persona que sin intención haya matado a otra.

12 Allí quedará a salvo del pariente del muerto que quiera vengarlo, y no morirá hasta que se haya presentado ante el pueblo para ser juzgado.

13 De las ciudades dadas, seis serán para refugio:

14 tres al oriente del Jordán y tres en Canaán.

15 Estas seis ciudades serán ciudades de refugio, tanto para los israelitas como para los extranjeros que vivan o estén de paso entre ustedes. Allí podrá refugiarse todo el que sin intención haya matado a otra persona.

16 »Si alguien hiere a otro con un objeto de hierro, y el herido muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.

17 »Si alguien golpea a otro con una piedra que pueda causar la muerte, y el golpeado muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.

18 »Si alguien golpea a otro con un palo que pueda causar la muerte, y el golpeado muere, se trata de un asesinato, y el asesino será condenado a muerte.

19 El pariente más cercano del muerto se encargará de dar muerte al asesino cuando lo encuentre.

20 »Si alguien empuja a otro por odio, o si le lanza alguna cosa con malas intenciones,

21 o si por enemistad lo golpea con las manos, y el otro muere, el culpable será condenado a muerte porque es un asesino. El pariente más cercano del muerto se encargará de dar muerte al asesino cuando lo encuentre.

22 »Pero si alguien empuja a otro accidentalmente, no por enemistad, o si le lanza alguna cosa sin mala intención,

23 o sin fijarse lanza una piedra que pueda causar la muerte, y la piedra le cae encima y lo mata no siendo ellos enemigos ni queriendo él hacerle daño,

24 entonces el pueblo actuará como juez entre el que causó la muerte y el pariente que quiera vengar a la víctima, según estas reglas.

25 El pueblo deberá proteger de la venganza del pariente al que causó la muerte, y deberá hacer que vuelva a la ciudad de refugio donde había buscado refugio. El que mató deberá quedarse allí hasta que muera el sumo sacerdote debidamente consagrado.

26 Pero si sale del territorio de la ciudad de refugio,

27 el pariente de la víctima no cometerá ningún crimen si lo encuentra fuera y lo mata.

28 El que mató deberá quedarse en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Después podrá volver a su tierra.

29 »Estas disposiciones serán para ustedes una ley que pasará de padres a hijos, dondequiera que ustedes vivan.

Leyes sobre testimonios y rescates

30 »Sólo por el testimonio de varios testigos podrá ser condenado a muerte un asesino. Un solo testigo no basta para condenar a muerte a nadie.

31 »No se podrá aceptar dinero como rescate por la vida de un asesino condenado a muerte; ese hombre deberá morir.

32 »No se podrá aceptar dinero por permitir que un asesino que ha buscado refugio en una de las ciudades señaladas pueda regresar a su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.

33 »No profanen con asesinatos el país en que van a vivir, pues el asesinato profana el país, y no hay más rescate por un asesinato que la muerte del que lo cometió.

34 »No profanen la tierra en que van a vivir y en la que yo también viviré, pues yo, el Señor, vivo entre los israelitas.»

Números 36

Herencia de las mujeres

1 Los jefes de familia de los clanes de Galaad, descendiente directo de Maquir, Manasés y José, fueron a ver a Moisés y a los jefes de familia israelitas, y les dijeron:

2 —El Señor ordenó que tú, Moisés, repartieras por suertes entre los israelitas el territorio que le ha de tocar a cada uno, y también te ordenó que la parte que correspondía a Selofhad, que era de nuestra familia, se la dieras a sus hijas.

3 Pero si ellas se casan con hombres de otra tribu israelita, la tierra que les tocó a ellas dejará de pertenecer a nuestra tribu y pasará a ser de la tribu de aquellos con quienes ellas se casen. Así se nos irá quitando parte de lo que nos tocó en suerte.

4 Luego, cuando llegue el año de liberación en Israel, la tierra de ellas pasará a ser definitivamente de aquella otra tribu y dejará de pertenecer a la nuestra.

5 Entonces Moisés, según las instrucciones que le dio el Señor, ordenó lo siguiente a los israelitas:

—Los hombres de la tribu de José tienen razón.

6 El Señor permitirá que las hijas de Selofhad se casen con quien quieran, con tal de que sea alguien de un clan de la tribu a la que ellas pertenecen por parte de padre.

7 La tierra que a cada uno en Israel le ha tocado no debe pasar de una tribu a otra; todo israelita debe conservar su herencia en su propia tribu.

8 Si una mujer de cualquier tribu hereda tierras, deberá casarse con un hombre de un clan de su misma tribu. Así cada israelita conservará la herencia recibida de sus padres.

9 Ninguna herencia debe pasar de una tribu a otra. Cada tribu de Israel debe conservar el territorio que le tocó.

10-11 Entonces Mahlá, Tirsá, Hoglá, Milcá y Noá, hijas de Selofhad, hicieron lo que el Señor le había ordenado a Moisés, y se casaron con hijos de sus tíos paternos,

12 que eran descendientes de Manasés, hijo de José. Así su herencia quedó dentro de la tribu a la que pertenecía su padre.

13 Éstas fueron las órdenes y normas que el Señor dio a los israelitas por medio de Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.

Levítico 1

Los holocaustos

1 El Señor llamó a Moisés desde la tienda del encuentro, y le dijo lo siguiente:

2 «Habla con los israelitas y diles que cuando alguno me traiga ofrendas de animales, me las deberá traer de su ganado o de su rebaño.

3 »Si el animal que ofrece en holocausto es de su ganado, tendrá que ser un toro sin defecto. Para que le sea aceptado, deberá ofrecerlo en presencia del Señor a la entrada de la tienda del encuentro,

4 poniendo la mano sobre la cabeza del animal. Así el animal le será aceptado para obtener el perdón de sus pecados.

5 Degollará el toro en presencia del Señor; luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, ofrecerán la sangre, y después rociarán con ella los costados del altar que está a la entrada de la tienda del encuentro.

6 El que presenta el animal en holocausto le quitará la piel y lo cortará en pedazos,

7 y los sacerdotes harán fuego sobre el altar y acomodarán la leña

8 para poner sobre ella los pedazos cortados del animal y la cabeza y la grasa de los intestinos.

9 El que presenta el holocausto deberá lavar con agua las vísceras y las piernas del animal, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor.

10 »Si el animal que ofrece en holocausto es de su rebaño de ovejas o de cabras, tendrá que ser un macho sin defecto,

11 y lo deberá degollar al lado norte del altar, ante el Señor. Los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán con la sangre del animal los costados del altar;

12 luego se cortará el animal en pedazos, y el sacerdote pondrá los pedazos cortados sobre la leña que arde en el altar, junto con la cabeza y la grasa de los intestinos.

13 Luego, el que presenta el holocausto deberá lavar con agua las vísceras y las piernas del animal, y el sacerdote lo quemará todo sobre el altar como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor.

14 »Si el animal que ofrece en holocausto en honor del Señor es un ave, tendrá que ser una tórtola o un pichón de paloma.

15 El sacerdote ofrecerá el ave en el altar: le arrancará la cabeza y quemará el ave sobre el altar después de exprimir su sangre en un costado del altar.

16 Le quitará el buche y su contenido, y lo echará hacia el lado oriente del altar, o sea en el lugar de la ceniza;

17 luego partirá el ave en dos, tomándola por las alas, pero sin separar las dos partes, finalmente quemará el ave sobre la leña del altar como holocausto, como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor.

Levítico 2

Las ofrendas de cereales

1 »Cuando alguno traiga al Señor una ofrenda de cereales, deberá traer harina de la mejor calidad, sobre la cual echará aceite e incienso;

2 luego la llevará a los hijos de Aarón, los sacerdotes, y uno de ellos tomará un puñado de harina con aceite, junto con todo el incienso, y lo quemará sobre el altar como ofrenda quemada de recordación, de aroma agradable al Señor.

3 Y la porción restante de la ofrenda, que es una porción muy sagrada entre las ofrendas que se queman en honor del Señor, será para Aarón y sus descendientes.

4 »Cuando presentes una ofrenda de cereales cocida al horno, preséntala de tortas de la mejor harina amasadas con aceite, pero sin levadura, o de hojuelas sin levadura rociadas de aceite.

5 »Si tu ofrenda es de cereales, cocinada en sartén, tendrá que ser de la mejor harina, amasada con aceite y sin levadura;

6 la partirás en pedazos y le rociarás aceite, pues es ofrenda de cereales.

7 »Si tu ofrenda es de cereales, cocinada en cacerola, deberá estar hecha con la mejor harina y con aceite.

8 Una vez que hayas preparado la ofrenda con estas cosas, deberás llevarla ante el Señor y entregarla al sacerdote, el cual la llevará hasta el altar.

9 Allí el sacerdote tomará un poco de la ofrenda para quemarla sobre el altar como ofrenda quemada de recordación, de aroma agradable al Señor.

10 Y la porción restante de la ofrenda, que es una porción muy sagrada entre las ofrendas que se queman en honor del Señor, será para Aarón y sus descendientes.

11 »No le pongan ustedes levadura a ninguna de las ofrendas de cereales que presentan al Señor. Es más, ninguna clase de levadura ni de miel deberá ser quemada como ofrenda al Señor.

12 Pueden presentar la levadura y la miel al Señor como ofrendas de primeros frutos, pero no ofrecerlas en el altar como aroma agradable.

13 »A todas tus ofrendas de cereales debes ponerles sal, y no permitas que en tu ofrenda de cereales falte la sal de la alianza de tu Dios. En todas tus ofrendas debes ofrecer sal.

14 »Si le presentas al Señor una ofrenda de cereales de tus primeros frutos, deberá ser de espigas maduras tostadas al fuego y de grano fresco machacado de tus primeras cosechas.

15 Sobre la ofrenda deberás echar aceite e incienso, pues es ofrenda de cereales.

16 Luego el sacerdote quemará un poco de grano machacado y de aceite, junto con todo el incienso, y será una ofrenda de recordación quemada en honor del Señor.

Levítico 3

Los sacrificios de reconciliación

1 »Si alguien toma de sus ganados una vaca o un toro para ofrecer al Señor un sacrificio de reconciliación, el animal ofrecido no deberá tener ningún defecto.

2 El que presenta la ofrenda pondrá la mano sobre la cabeza del animal ofrecido, y luego lo degollará a la entrada de la tienda del encuentro. Los sacerdotes, por su parte, rociarán con la sangre los costados del altar.

3 »El que presenta el animal para ofrecer un sacrificio de reconciliación, deberá presentar al Señor, como ofrenda quemada, la grasa que cubre las vísceras del animal,

4 los riñones, la grasa que los cubre y que está sobre los lomos, y la parte grasosa del hígado, que deberá quitar junto con los riñones.

5 Los sacerdotes harán arder todo esto en el altar, junto con el animal que se va a quemar en la leña ardiente, como ofrenda quemada de aroma agradable al Señor.

6 »Si alguien ofrece al Señor un animal de sus rebaños como sacrificio de reconciliación, deberá ofrecer un macho o una hembra sin ningún defecto.

7 Si ofrece un cordero, al presentarlo ante el Señor

8 le pondrá la mano en la cabeza, y luego lo degollará ante la tienda del encuentro. Entonces los sacerdotes rociarán con la sangre del animal los costados del altar.

9 »El que ofrece el animal como sacrificio de reconciliación, deberá presentar al Señor, como ofrenda quemada, la grasa, la cola entera cortada al ras del espinazo, la grasa que cubre las vísceras,

10 los dos riñones, la grasa que los cubre y la que está sobre los lomos, y la parte grasosa del hígado, que habrá de quitar junto con los riñones.

11 Luego el sacerdote quemará todo esto sobre el altar, como ofrenda de alimento quemada en honor del Señor.

12 »Si el animal que ofrece es una cabra, al ofrecerla ante el Señor

13 le pondrá la mano en la cabeza, y luego la degollará ante la tienda del encuentro. Entonces los sacerdotes rociarán con la sangre los costados del altar.

14 »El que ofrece el animal puede tomar y presentar, como ofrenda quemada en honor del Señor, toda la grasa que cubre las vísceras,

15 los dos riñones, la grasa que los cubre y que está sobre los lomos, y la parte grasosa del hígado, que deberá quitar junto con los riñones.

16 Luego el sacerdote quemará todo esto sobre el altar, como ofrenda de alimento quemada, de aroma agradable. Toda la grasa es para el Señor.

17 »Ésta es una ley permanente que pasará de padres a hijos, dondequiera que ustedes vivan: no coman nada de grasa ni de sangre.»

Levítico 4

Los sacrificios por el pecado

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Di a los israelitas que, en aquellos casos en que alguien peque involuntariamente contra alguno de los mandamientos del Señor y haga algo que no está permitido, se hará lo siguiente:

3 »Si el que peca es el sacerdote principal, haciendo así recaer la culpa sobre el pueblo, deberá ofrecer al Señor un becerro sin defecto como sacrificio por el pecado cometido.

4 Lo llevará ante el Señor, a la entrada de la tienda del encuentro; allí le pondrá la mano en la cabeza, y luego lo degollará en presencia del Señor.

5 Después él mismo tomará un poco de la sangre del becerro y la llevará a la tienda del encuentro;

6 allí mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor, hacia el velo del santuario.

7 Untará también un poco de sangre en los cuernos del altar destinado al incienso aromático —que está ante el Señor, en la tienda del encuentro—, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar de los holocaustos, que está a la entrada de la tienda del encuentro.

8 Luego le quitará al becerro sacrificado por el pecado toda la grasa que cubre las vísceras,

9 los dos riñones, la grasa que los cubre y que está sobre los lomos, y la parte grasosa del hígado, la cual deberá quitar junto con los riñones,

10 tal como se le quita al toro que se ofrece como ofrenda de reconciliación. Luego el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos.

11 Pero la piel del becerro y toda su carne, junto con la cabeza, las piernas, las vísceras y desechos,

12 o sea, todo el becerro, los sacará a un lugar limpio fuera del campamento, donde se echa la ceniza, y allí, sobre el montón de ceniza, les echará leña y les prenderá fuego.

13 »Si toda la comunidad israelita hace algo malo sin quererlo, y ninguno de ellos se da cuenta de que su acción está en contra de los mandamientos del Señor y que así se han hecho culpables,

14 en cuanto se sepa el pecado que han cometido deberán ofrecer todos juntos un becerro como sacrificio por el pecado. Lo llevarán ante la tienda del encuentro,

15 en donde los ancianos de la comunidad pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro, ante el Señor, y allí mismo lo degollarán.

16 Luego el sacerdote principal llevará un poco de la sangre del becerro a la tienda del encuentro,

17 mojará su dedo en la sangre y la rociará siete veces ante el Señor, frente al velo.

18 Untará un poco de sangre en los cuernos del altar que está ante el Señor, en la tienda del encuentro. Y toda la sangre restante la derramará al pie del altar de los holocaustos, el cual está a la entrada de la tienda del encuentro.

19 También le quitará al becerro toda la grasa, y la quemará en el altar;

20 es decir, que se hará con este becerro exactamente lo mismo que se hace con el becerro que se sacrifica por el pecado; así el sacerdote obtendrá el perdón por los pecados de ellos, y el pecado se les perdonará.

21 Luego sacará al becerro fuera del campamento, y lo quemará, tal como se hace con el primer becerro, pues es el sacrificio por el pecado de la comunidad.

22 »Si un jefe peca cometiendo algo que está en contra de los mandamientos del Señor su Dios, resultará culpable aun cuando lo haya hecho involuntariamente.

23 En cuanto se dé cuenta del pecado que cometió, deberá llevar como ofrenda un chivo sin ningún defecto.

24 Pondrá la mano sobre la cabeza del chivo, y lo degollará ante el Señor, en el lugar donde se matan los animales que van a ser quemados, pues es sacrificio por el pecado.

25 Luego el sacerdote tomará con su dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado, y la untará en los cuernos del altar de los holocaustos, después de lo cual luego derramará la sangre restante al pie del mismo altar

26 y quemará toda la grasa sobre el altar, tal como se hace con la grasa del sacrificio de reconciliación. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado del jefe, y el pecado le será perdonado.

27 »Si una persona de clase humilde peca involuntariamente, resultando culpable de haber hecho algo que está en contra de los mandamientos del Señor,

28 en cuanto se dé cuenta del pecado que cometió, deberá llevar una cabra sin ningún defecto como ofrenda por el pecado cometido.

29 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal que ofrece por el pecado, y luego lo degollará en el lugar de los holocaustos.

30 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre y la untará en los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar.

31 También deberá quitarle toda la grasa, tal como se le quita al animal que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y quemarla en el altar como aroma agradable al Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado de esa persona, y el pecado se le perdonará.

32 »Si esa persona trae una oveja como sacrificio por el pecado, deberá traer una hembra sin ningún defecto.

33 Pondrá la mano sobre la cabeza de la oveja, y luego la degollará como sacrificio por el pecado en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar.

34 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado y la untará en los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar.

35 Luego le quitará toda la grasa, tal como se le quita al cordero que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y quemará la grasa en el altar, junto con las ofrendas quemadas en honor del Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado que esa persona cometió, y el pecado le será perdonado.

Levítico 5

Casos específicos del sacrificio por el pecado

1 »Si alguien es llamado a declarar como testigo de algo que vio o escuchó, y se niega a declarar, comete un pecado y debe cargar con la culpa.

2 »Si alguien toca alguna cosa impura, como el cadáver de un animal impuro, sea salvaje o doméstico, o de un reptil impuro, quedará también impuro, y será culpable, aun cuando no se haya dado cuenta.

3 »Si alguien toca alguna impureza humana, cualquier cosa que lo pueda dejar impuro, pero no se da cuenta en ese momento, si después se da cuenta será culpable.

4 »Si alguien pronuncia a la ligera un juramento de hacer algo bueno o malo, de ese tipo de juramentos que se hacen sin pensar, pero no se da cuenta en ese momento, si después se da cuenta será culpable de cualquiera de estas cosas.

5 »El que resulte culpable en cualquiera de estos casos, deberá confesar el pecado que cometió

6 y le presentará al Señor una hembra de sus rebaños como sacrificio por el pecado cometido; puede ser una oveja o una cabra, y con este sacrificio el sacerdote obtendrá el perdón de los pecados de esa persona.

7 »Si no tiene lo suficiente para comprar un cordero, deberá llevar al Señor dos tórtolas o dos pichones de paloma por el pecado cometido: uno de ellos como sacrificio por el pecado, y el otro como holocausto.

8 Deberá llevarlos al sacerdote, el cual presentará primero el que se ofrece por el pecado, retorciéndole el cuello pero sin arrancarle la cabeza por completo;

9 luego rociará un poco de sangre del sacrificio por el pecado en un costado del altar, y la sangre restante la exprimirá al pie del altar, pues es sacrificio por el pecado.

10 Con el segundo hará un holocausto, según lo establecido; así el sacerdote obtendrá el perdón del pecado cometido por esa persona, y el pecado le será perdonado.

11 »Si no tiene ni siquiera para comprar dos tórtolas o dos pichones de paloma, deberá llevar como ofrenda por su pecado dos kilos de la mejor harina. No debe echarle aceite ni ponerle incienso encima, porque es una ofrenda por el pecado.

12 Deberá llevársela al sacerdote, el cual tomará un puñado como recordación y lo quemará en el altar junto con las ofrendas que se queman en honor del Señor. Es una ofrenda por el pecado,

13 para que el sacerdote obtenga el perdón de cualquier pecado que esa persona haya cometido, y el pecado se le perdonará. Y, como en el caso de las ofrendas de cereales, la parte restante será para el sacerdote.»

Los sacrificios por la culpa

14 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

15 «La persona que peque involuntariamente y resulte culpable de fraude en las cosas sagradas del Señor, debe tomar de sus rebaños un carnero sin ningún defecto, como sacrificio por su culpa, y llevárselo al Señor. El valor del carnero se debe calcular en plata, según el peso oficial del santuario para las ofrendas por la culpa.

16 Esa persona debe pagar lo defraudado de las cosas sagradas, más una quinta parte, cantidad que entregará al sacerdote. Luego, con el carnero que se sacrifica por la culpa, el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado de esa persona, y el pecado se le perdonará.

17 »Si alguien peca haciendo algo que está en contra de los mandamientos del Señor, aunque no se dé cuenta, será culpable y deberá cargar con la culpa.

18 Por lo tanto, deberá tomar de sus rebaños un carnero sin ningún defecto, cuyo valor tú deberás calcular, y se lo llevará al sacerdote como sacrificio por la culpa, para obtener así el perdón del pecado que esa persona cometió involuntariamente, y el pecado se le perdonará.

19 Es un sacrificio por la culpa, pues esa persona es culpable ante el Señor.»

Levítico 6

Los sacrificios por causa de fraudes

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Cuando alguien peque y resulte culpable de fraude ante el Señor por haber engañado a su prójimo en algo que éste le había confiado o prestado, o por robarle o quitarle algo a la fuerza,

3 o por negar haber encontrado un objeto perdido, o por hacer un juramento falso (cualquiera de esas cosas en que uno comete pecado),

4 será culpable de ese pecado. Por lo tanto, tendrá que devolver lo que haya robado o conseguido a la fuerza, o aquello que se le había confiado, o el objeto encontrado,

5 o cualquiera otra cosa por la que haya jurado falsamente. Tendrá que devolverlo todo a su dueño, más una quinta parte, cuando presente su sacrificio por la culpa.

6 Su sacrificio al Señor será un carnero sin ningún defecto, cuyo valor tú deberás calcular, y el cual deberá él tomar del rebaño y llevárselo al sacerdote como sacrificio por la culpa.

7 Entonces el sacerdote obtendrá del Señor el perdón de cualquiera de aquellas cosas en que esa persona haya pecado, y el pecado se le perdonará.»

Instrucciones sobre los holocaustos

8 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

9 «Dales a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones en cuanto a los holocaustos: El animal sacrificado deberá dejarse sobre las brasas del altar durante toda la noche, para que el fuego lo queme.

10 El sacerdote se cubrirá el cuerpo poniéndose ropa y calzoncillos de lino; luego recogerá las cenizas del animal que fue quemado sobre el altar, y las pondrá a un lado del altar.

11 Después se cambiará de ropa y se llevará las cenizas a un lugar limpio fuera del campamento.

12 »El fuego que arde en el altar no debe apagarse nunca. El sacerdote deberá echarle leña todas las mañanas y acomodar sobre el fuego el animal que se va a quemar, además de quemar también en el altar la grasa de los sacrificios de reconciliación.

13 El fuego del altar debe estar encendido siempre. No debe apagarse nunca.

Instrucciones sobre las ofrendas de cereales

14 »Las siguientes instrucciones se refieren a las ofrendas de cereales: Los sacerdotes deben ofrecerlas ante el altar, delante del Señor.

15 Uno de ellos tomará un puñado de la harina ofrendada y de su aceite, junto con todo el incienso que va con la ofrenda, y los hará arder en el altar como ofrenda quemada de recordación, de aroma agradable al Señor.

16 Y la parte restante de la ofrenda se la comerán Aarón y sus hijos, sin levadura y en un lugar consagrado, en el patio de la tienda del encuentro.

17 No deben cocerla con levadura. Se la he dado a ellos como la parte que les corresponde de mis ofrendas quemadas, y es una cosa santísima, como lo son los sacrificios por el pecado y por la culpa.

18 Para siempre en el futuro, todos los varones descendientes de Aarón podrán comer la parte que les corresponde de las ofrendas quemadas al Señor. Cualquier cosa que toque estas ofrendas quedará consagrada.»

La ofrenda de los sacerdotes

19 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

20 «Ésta es la ofrenda que Aarón y sus descendientes deben presentar al Señor cuando sean consagrados como sacerdotes: dos kilos de la mejor harina como ofrenda de cereales, presentando la mitad por la mañana y la otra mitad al atardecer, sin faltar un solo día.

21 Deben preparar la ofrenda en una sartén, bien mezclada con aceite, y luego presentarla partida en pedazos como ofrenda de aroma agradable al Señor.

22 Así debe prepararla el sacerdote principal descendiente de Aarón que sea consagrado en su lugar; le corresponde siempre al Señor, y deberá ser quemada completamente.

23 Todas las ofrendas de los sacerdotes habrán de ser quemadas completamente; nadie deberá comerlas.»

Instrucciones sobre los sacrificios por el pecado

24 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

25 «Dales a Aarón y a sus hijos las siguientes instrucciones en cuanto a los sacrificios por el pecado: El animal que se ofrezca por el pecado deberá ser degollado ante el Señor, en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar, pues es una cosa santísima.

26 El sacerdote que ofrezca el sacrificio por el pecado, podrá comer de él, pero deberá comerlo en un lugar santo, en el patio de la tienda del encuentro.

27 Cualquier cosa que toque la carne del animal quedará consagrada, y si la ropa queda salpicada de sangre, deberá ser lavada en un lugar santo.

28 La olla de barro en que se hirvió la carne de la ofrenda, deberá romperse; pero si se hirvió en un recipiente de bronce, bastará con fregarlo y enjuagarlo.

29 »Este sacrificio es una cosa santísima. Sólo podrán comer de él los sacerdotes.

30 Pero no se podrá comer ningún animal ofrecido por el pecado cuya sangre haya sido llevada a la tienda del encuentro, para perdón de pecados en el santuario. Ese sacrificio deberá ser quemado en el fuego.

Levítico 7

Instrucciones sobre los sacrificios por la culpa

1 »Los sacrificios por la culpa son una cosa santísima. Éstas son las instrucciones en cuanto a ellos:

2 El animal ofrecido por la culpa deberá ser degollado en el lugar donde se matan los animales que se ofrecen para ser quemados, y con su sangre se deberá rociar los costados del altar.

3 Se deberá ofrecer toda la grasa del animal: la que hay en la cola y la que cubre las vísceras,

4 los dos riñones, la grasa que los cubre y la que está sobre los lomos, así como la parte grasosa que está sobre el hígado, la cual se deberá quitar junto con los riñones.

5 Luego el sacerdote quemará esto sobre el altar, como ofrenda quemada en honor del Señor. Es un sacrificio por la culpa,

6 y todos los sacerdotes podrán comer de él, aunque deberán hacerlo en un lugar consagrado, pues es una cosa santísima.

7 »El sacrificio por la culpa es como el sacrificio por el pecado, y las instrucciones son las mismas para los dos: lo ofrecido será para el sacerdote que oficie en el acto del perdón.

8 Igualmente, el sacerdote que sacrifique al animal que alguien haya ofrecido en holocausto, podrá quedarse con la piel del animal.

9 También todas las ofrendas de cereales horneadas, y todo lo preparado en cacerola y sartén, serán para el sacerdote que presente la ofrenda.

10 De la misma manera, todas las ofrendas de cereales, tanto las amasadas con aceite como las secas, serán para todos los descendientes de Aarón por partes iguales.

Instrucciones sobre los sacrificios de reconciliación

11 »Éstas son las instrucciones en cuanto a los sacrificios de reconciliación que se presentan al Señor:

12 Si el sacrificio es de acción de gracias, se ofrecerán también tortas sin levadura amasadas con aceite, hojuelas sin levadura rociadas de aceite, y tortas de harina de la mejor calidad amasadas con aceite;

13 y, junto con el sacrificio de acción de gracias y de reconciliación, se presentarán tortas de pan con levadura.

14 De toda ofrenda se tomará una parte y se presentará al Señor como contribución, y será para el sacerdote que rocíe la sangre del sacrificio de reconciliación.

15 »La carne del animal ofrecido en acción de gracias y reconciliación debe comerse el mismo día en que se ofrece; no se debe guardar un solo pedazo para el día siguiente.

16 En caso de que el animal se ofrezca en cumplimiento de una promesa, o de que sea una ofrenda voluntaria, deberá comerse el mismo día en que se ofrece, pero lo que quede se podrá comer al día siguiente;

17 si a los tres días todavía queda carne del animal ofrecido, habrá que quemarla toda.

18 Y si alguien come al tercer día carne del sacrificio de reconciliación, el sacrificio no será aceptado ni tomado en cuenta, y la carne será considerada despreciable. El que coma de ella cargará con ese pecado.

19 »La carne que toque cualquier cosa impura no debe ser comida, sino quemada.

»Todos los que estén puros podrán comer carne.

20 »La persona que estando impura coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.

21 »La persona que toque cualquier cosa impura, ya sea alguna impureza humana o impureza de animal, o cualquier otra cosa repugnante, y luego coma carne del sacrificio de reconciliación, el cual pertenece al Señor, será eliminada de entre su pueblo.»

Instrucciones sobre la grasa y la sangre

22 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

23 «Di a los israelitas lo siguiente: No deben comer nada de grasa de toro, de cordero o de cabra.

24 A la grasa de animales muertos o despedazados por las fieras pueden darle cualquier otro uso, pero no comerla.

25 »Cualquiera que coma grasa de animales de los que se presentan al Señor como ofrendas quemadas, será eliminado de entre su pueblo.

26 »Dondequiera que ustedes vivan, no deberán comer nada que tenga sangre de aves ni de animales.

27 La persona que coma cualquier clase de sangre será eliminada de entre su pueblo.»

La porción sacerdotal

28 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

29 «Di a los israelitas que el que presente al Señor un sacrificio de reconciliación, deberá llevarlo ante el Señor.

30 Con sus propias manos deberá llevar ante el Señor la ofrenda quemada, la grasa que cubre el pecho y el pecho mismo para celebrar ante el Señor el rito de presentación.

31 El sacerdote quemará la grasa en el altar, pero el pecho será para Aarón y sus descendientes.

32 El muslo derecho de los animales ofrecidos en reconciliación se le dará al sacerdote como contribución.

33 Ese muslo derecho le corresponderá al sacerdote que ofrezca la grasa y la sangre del sacrificio de reconciliación,

34 pues de los sacrificios de reconciliación que los israelitas me hacen he tomado el pecho como ofrenda especial, y el muslo como contribución, y se los he dado al sacerdote Aarón y a sus descendientes como la parte que siempre les corresponderá de las ofrendas de los israelitas.»

35 De las ofrendas que se queman en honor del Señor, éstas son las porciones que les corresponden a Aarón y a sus descendientes, a partir del día que el Señor los consagró como sacerdotes suyos.

36 El Señor ordenó que los israelitas se las dieran, a partir del día que los consagró, como una obligación permanente que pasaría de padres a hijos.

37 Éstas son las instrucciones en cuanto a los holocaustos, las ofrendas de cereales, los sacrificios por el pecado y por la culpa, las ofrendas de consagración y los sacrificios de reconciliación.

38 El Señor se las dio a Moisés en el monte Sinaí, cuando en el desierto de Sinaí ordenó a los israelitas que le presentaran ofrendas.

Levítico 8

Consagración de Aarón y de sus hijos

1 El Señor se dirigió a Moisés y le dijo:

2 «Toma a Aarón y a sus hijos, y toma además las ropas sacerdotales, el aceite de consagrar, el becerro que se sacrifica por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los panes sin levadura,

3 y reúne a toda la comunidad a la entrada de la tienda del encuentro.»

4 Moisés hizo lo que el Señor le había ordenado, y la comunidad se reunió a la entrada de la tienda del encuentro.

5 Entonces Moisés dijo a la comunidad: «Esto es lo que el Señor ha ordenado que se haga.»

6 Luego hizo Moisés que Aarón y sus hijos se acercaran, y los lavó con agua.

7 Después le puso a Aarón la túnica, le ajustó el cinturón y lo vistió con la capa; luego le puso encima el efod y se lo ajustó bien con la misma cinta del efod.

8 Luego le puso encima el pectoral, y en el pectoral puso el Urim y el Tumim.

9 Luego le puso el turbante en la cabeza, y sobre él, por la parte de enfrente, colocó la placa de oro que lo consagraba como sacerdote, tal como el Señor se lo había ordenado.

10 Después Moisés tomó el aceite de consagrar y lo derramó sobre el santuario y sobre todo lo que había allí dentro, y así lo consagró.

11 Con el mismo aceite roció el altar siete veces, y lo derramó sobre el altar y sobre todos sus utensilios, y también sobre la palangana y su base, para consagrarlos.

12 Luego derramó Moisés sobre la cabeza de Aarón el aceite de consagrar, para consagrarlo como sacerdote.

13 Hizo también que los hijos de Aarón se acercaran, y los vistió con las túnicas, les ajustó los cinturones y les puso los turbantes, tal como el Señor se lo había ordenado.

14 Después Moisés mandó traer el becerro que se sacrifica por el pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro.

15 Entonces Moisés lo degolló y, tomando sangre con sus dedos, la untó en los cuernos alrededor del altar, para purificarlo, y la sangre restante la derramó al pie del altar. Así el altar quedó consagrado para obtener allí el perdón de los pecados.

16 Después Moisés tomó toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasosa que está sobre el hígado y los dos riñones con su grasa, y lo quemó todo sobre el altar;

17 pero al resto del becerro, es decir, a su piel, carne y desechos, les prendió fuego fuera del campamento, tal como el Señor se lo había ordenado.

18 Moisés hizo que acercaran el carnero que se ofrece en holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero.

19 Luego Moisés lo degolló, y roció con la sangre los costados del altar,

20 cortó el carnero en pedazos, y quemó la cabeza, los pedazos y la grasa;

21 luego lavó con agua las vísceras y las piernas del carnero, y lo quemó todo en el altar como holocausto, como ofrenda de aroma agradable al Señor, tal como el Señor se lo había ordenado.

22 Luego Moisés hizo que trajeran el otro carnero, el de la ceremonia de consagración, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del carnero.

23 Después Moisés lo degolló, tomó un poco de sangre y se la untó a Aarón en la parte inferior de la oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho.

24 Luego hizo que se acercaran los hijos de Aarón, y también les untó sangre en la parte inferior de su oreja derecha, en el pulgar de la mano derecha y en el dedo gordo del pie derecho; después roció con la sangre los costados del altar.

25 Luego Moisés tomó la grasa, la cola, toda la grasa que cubre las vísceras, la parte grasosa que está sobre el hígado, los dos riñones con su grasa, y el muslo derecho.

26 Del canastillo de los panes sin levadura que se pone ante el Señor, tomó Moisés una torta sin levadura, una torta amasada con aceite y una hojuela, y las puso junto con las grasas y el muslo derecho;

27 luego puso todo esto en las manos de Aarón y de sus hijos, para que hicieran ante el Señor el rito de presentación.

28 Luego recogió Moisés todo esto de manos de ellos, y lo quemó en el altar junto con el holocausto, como ofrenda de consagración de aroma agradable: ofrenda quemada en honor del Señor.

29 Después Moisés tomó el pecho y celebró ante el Señor el rito de presentación. Esa parte del carnero de la consagración fue la que le tocó a Moisés, tal como el Señor se lo había ordenado.

30 Tomó luego Moisés un poco de aceite de consagrar y de la sangre que estaba sobre el altar, y los roció sobre Aarón y sus hijos, así como sobre la ropa sacerdotal de todos ellos. Así consagró a Aarón y a sus hijos, y la ropa sacerdotal de todos ellos.

31 Después Moisés les dijo a Aarón y a sus hijos: «Cuezan la carne a la entrada de la tienda del encuentro, y cómanla allí mismo con el pan del canastillo de las consagraciones, tal como el Señor me lo ordenó cuando dijo: “Aarón y sus hijos comerán esta carne.”

32 Quemen después la carne y el pan que sobren,

33 y no se alejen de la entrada de la tienda del encuentro durante siete días, que es lo que dura el período de su consagración.

34 El Señor ha ordenado que el rito para obtener el perdón de los pecados cometidos por ustedes se haga tal como se ha hecho hoy.

35 Por lo tanto, ustedes deberán quedarse día y noche a la entrada de la tienda del encuentro, durante siete días. Respeten la orden del Señor y no morirán, pues ésa es la orden que recibí.»

36 Y Aarón y sus hijos hicieron todo lo que el Señor había ordenado por medio de Moisés.