Grandeza de Sión, ciudad de Dios
1a Cántico. Salmo de los hijos de Coré.
1b ¡El Señor es grande!
¡Nuestro Dios es digno de alabanza
en su ciudad y en su santo monte!
2 ¡Qué hermosa altura la del monte Sión,
allá, en el extremo norte!
¡Es la alegría de toda la tierra!
¡Es la ciudad del gran Rey!
3 Dios está en los palacios de Jerusalén;
Dios se ha dado a conocer como un refugio seguro.
4 Pues los reyes se reunieron
y juntos avanzaron contra ella;
5 pero al ver la ciudad se sorprendieron,
se inquietaron y huyeron.
6 El miedo se adueñó de ellos:
se retorcían de dolor, como mujer de parto;
7 como el viento del este, que destroza los barcos de Tarsis.
8 En la ciudad de nuestro Dios,
el Señor todopoderoso,
hemos visto con nuestros ojos
lo mismo que nos habían contado:
¡Dios afirmará para siempre a Jerusalén!
9 Oh Dios,
en medio de tu templo
pensamos en tu gran amor.
10 Oh Dios,
por toda la tierra eres alabado
como corresponde a tu nombre.
Con tu poder haces plena justicia.
11 ¡Que se alegre el monte Sión!
¡Que salten de alegría las ciudades de Judá
por tus justas decisiones!
12 Caminen alrededor de Sión
y cuenten las torres que tiene;
13 fíjense en su muralla y en sus palacios,
para que puedan contar
a las generaciones futuras
14 que así es nuestro Dios
por toda la eternidad.
¡Él es nuestro guía eternamente!